Sentimos y creemos profundamente que los seres humanos estamos inherentemente “cableados” para conectarnos afectivamente y para crecer en comunidad. En este sentido, vemos que gran parte del sufrimiento y problemas que enfrentan las personas derivan de sus dificultades en el ámbito vincular; del aislamiento, soledad, falta de un propósito sentido y sobre todo la falta de conexión emocional con otras personas  significativas.

Como seres vinculares que somos necesitamos el amor y la seguridad que nos otorga la conexión emocional, en donde la vulnerabilidad sea acogida y desde donde sea posible desplegar nuestros anhelos, talentos y fortalezas. Cuando carecemos de aquello, la vida puede tornarse un camino muy arduo de transitar, en que sólo nos centramos en sobrevivir.

En la TFE nos enfocamos en usar el gran poder de la experiencia emocional para el cambio, para ayudar a los consultantes a salir de los patrones negativos de interacción y crear conexiones emocionales significativas y seguras. En sesión, vamos facilitando experiencias emocionalmente correctivas que van expandiendo y transformando la visión de sí mism@s y de los demás. Creemos en el poder de la resiliencia y la conexión emocional para generar cambios profundos y transformar la vida y la calidad de las relaciones de nuestr@s consultantes.

Nuestro modelo terapéutico integra la visión humanista, el modelo sistémico y la teoría del apego, desde una mirada integrativa y no patologizante; en donde como terapeutas acompañamos de manera respetuosa y colaborativa a las personas a expandir el sentido de sí mismos y a poder construir vínculos afectivos seguros, favoreciendo un amplio sentido de confianza, salud, crecimiento y pertenencia.